TRATAMIENTOS

En la medicina tradicional china se considera a la persona como un ser completo: cuerpo, mente, dieta, entorno, emociones, estilo de vida y ejercicio. La enfermedad es causada por varios tipos de factores patógenos y desequilibrios que se deben a una falta de armonía entre la persona y el medio en el que vive. A partir de los síntomas que se manifiestan en la persona, la medicina china dispone de herramientas para identificar las causas de esta desarmonía que existe en el cuerpo. Los métodos de valoración para hacer un diagnóstico incluyen una entrevista orientada a conocer los hábitos de vida, de alimentación, de gestión de las emociones, la valoración del dolor, si existe, etc. Así mismo se utiliza la observación del cuerpo del paciente, dedicando un especial interés en su lengua, en el análisis de su pulso y en la palpación abdominal.

El fin del tratamiento con medicina china es restablecer la función adecuada del cuerpo humano y conseguir un mejor funcionamiento del mismo, con la consecuencia inmediata de la mejora de la salud y del bienestar. El tratamiento que se aplica no se enfoca solo en los síntomas (tratamiento rama), sino que también en las causas de estos síntomas (tratamiento raíz).

Algunos ejemplos de problemas que se pueden tratar:

  • Ansiedad, estrés, depresión
  • Dolor
  • Migrañas y cefaleas
  • Problemas musculo-esqueléticos y lesiones
  • Insomnio
  • Trastornos menstruales y ginecológicos
  • Fibromialgia y fatiga crónica
  • Dependencias (como dejar de fumar)
  • Pérdida de peso
  • Trastornos digestivos
  • Soporte al tratamiento del cáncer

Además, la medicina china también se puede utilizar a nivel preventivo para mantener una salud óptima, y, como cualquiera otra terapia natural, puede ser utilizada como alternativa o complementaria a la medicina alopática.